Hay mamacitas! Les tengo la historia del día. Fijense que se me había terminado los ingredientes necesarios para preparar mis margaritas asi que decidí salir de compras para adquirir los artículos necesarios. Como tenia bastante tiempo libre, decidí buscar también Vodka y Ginebra porque esas bebidas tienen que ser de una marca particular. Aunque ya se donde están las vinaterías, prefiero el supermercado porque esta mas cerca de mi casa. Una vez que encontré las botellas que necesitaba, decidí comprar unas botanas. A mi me gusta comer olivas especialmente las que están rellenas con ajo, almendras o cebollitas. Son deliciosas cuando las pones en un Martini.

Empecé a reír nerviosamente y el me dio la mano para ayudarme a ponerme de pie. Se disculpo por haberse aproximado tan cerca de mi y aprovechando el incidente; platicamos por unos minutos intercambiando recetas de bebidas alcoholicas. Era obvio que este hombre venia a ver que pasaba porque ya la traía semi-parada. Su esposa se reunio con nosotros unos minutos despues y me la presento. Para el momento en que dijeron adios, sl cierre casi se abría por si solo de tanta presión. La tenia tan dura que era fácil adivinar el tamaño y el grosor. Para entonces, era obvio que estaba buscando acción porque mientras platicaba, se la acomodaba y yo pues bajaba la mirada para verlo cuando se tocaba. Cada ves que me descubría mirándolo, sonreía mientras que yo trataba de no sonrojarme. ¡Tuve que salir a toda prisa para llegar a casa y tomar un baño de agua fría!